Esta situado en la
confluencia de la calle Almendros Aguilar y Madre de Dios. Es el único resto
que se conserva la de extinta iglesia de San Lorenzo, eregida a finales del siglo
XII y primeros del siglo XIV, la iglesia era de una sola nave y se situada
entre los números 2 y 4 de la calle San Lorenzo. Destacaba por sus tesoros
artísticos, entre los un retablo de Ánimas, una tabla de Santo Domingo y san
Bartolomé de la Cuesta, y el lienzo del Cristo de las Injurias. Por su estado
de abandono y ruinoso en 1825 la iglesia se viene abajo, quedándose en pie el
Arco de San Lorenzo pero en completo abandono. Siendo trasladado el archivo y
la parroquia a San Bartolomé y el tesoro artístico repartido entre las
parroquias de la Merced y San Bartolomé.
Foto: Julio Cruz © - Arco de San Lorenzo, Jaén |
Al arco se entra por la calle Almendros Aguilar, por una
pequeña puerta situada en el interior del arco, esta puerta da acceso a una
pequeña capilla situada en la parte inferior, decora por toda la pared con
valioso zócalo de alicatado mudéjar, el techo es una bóveda de ladrillo, cuelga
de este una lámpara votiva. El frontal se sitúa un altar y sobre este en un
nicho de arco rebajado decorado con una estupenda yesería mudéjar, yesería que
corre sobre todos los paneles de azulejos. En el nicho y sobre una tela roja
con fondo de damasco se situda un crucifijo. En los laterales sobre los
azulejos hay una inscripción en la cual se puede leer “Esta capilla de Jesús
Nazareno, es del hospital de la Madre de Dios”.
En esta enterrado D. Juan de Olid , secretario del
Condestable Miguel Lucas de Iranzo , y su esposa. La pequeña capilla sirvió de
titular del cercano Hospital de la Madre de Dios, situado en una casa aledaña y
fundado este en 1491 por don Luis de Torres, hijo del Condestable Iranzo. Fue
también capilla del primer seminario conciliar de Jaén, fundado en 1620.
La tradición cuenta que aquí se velo el cadáver del rey
Fernando IV El Emplazado, muerto trágicamente en Jaén el 7 de Septiembre de
1312, por la maldición de los hermanos Carvajal de Martos. Desde ese momento
fue norma que en los entierros de los obispos se allí un responso.
También 1955 se bautizo a Maximiliano de Austria, primo de
Carlos I de España y V de Alemania, e hijo de Leopoldo de Austria, obispo de Córdoba.
Fue visitado también por Alfonso XIII y
la Infanta Isabel.
Hubo varios intentos de demolerlo para hacer el ensanche de
la calle, pero un grupo de jiennense encabezados por el catedrático Don
Federico de Palma Camacho consiguieron que por real orden del 11 de Octubre
de1877 se declara Monumento Nacional. En 1981 la Dirección General de Bellas
Artes cedió el uso del Arco de San Lorenzo, a la asociación Amigos de San Antón,
en cargándose estos de las restauraciones y mantenimiento del monumento.
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